Ella le amaba locamente, pero de un modo delirante. No había muestras externas de cariño ni remilgos, sólo conversaciones profundas y una indestructible amistad que ninguno de nosotros conseguiría penetrar. Algo curiosamente frío y antipático que entre ellos era de hecho una forma de humor a través de la que se comunicaban mutuamente sutiles vibraciones. Imposible descifrarles. Tenían su propio lenguaje y con la mirada se lo decían todo.
Muchos son los que andan adormilados y no son conscientes de las consecuencias de dejarse arrastrar por quienes están por encima que manipulan a toda la sociedad a base de mentidas.
ResponderEliminarBesos
No todos estamos bajo los efectos de las drogas, llamese ocio, delirios partidistas o similares. Pero imposible hacer frente a las de diseño. Un abrazo
ResponderEliminarwooooww
ResponderEliminar