Ella le amaba locamente, pero de un modo delirante. No había muestras externas de cariño ni remilgos, sólo conversaciones profundas y una indestructible amistad que ninguno de nosotros conseguiría penetrar. Algo curiosamente frío y antipático que entre ellos era de hecho una forma de humor a través de la que se comunicaban mutuamente sutiles vibraciones. Imposible descifrarles. Tenían su propio lenguaje y con la mirada se lo decían todo.
La vida haya que vivirla sin esperar nada, sencillamente dejándola pasar y disfrutando de cada instante como algo que no volverá.
ResponderEliminarBesos
¡Hola Silvia! :D
ResponderEliminarGracias por seguirme, así pude conocer tu blog ^^
Me encantan las frases y las imágenes que tienes.
¡Un beso!