Ese momento en el que sabes que no eres una triste historia. Estás vivo. Saliendo del túnel con el coche a 170 kilómetros por hora. Las luces en los edificios, la lluvia cayendo y mojando tu piel, las calles iluminadas; y cantando a grito pelado esa canción con la gente que más quieres... En ese momento, somos infinitos.
Ella le amaba locamente, pero de un modo delirante. No había muestras externas de cariño ni remilgos, sólo conversaciones profundas y una indestructible amistad que ninguno de nosotros conseguiría penetrar. Algo curiosamente frío y antipático que entre ellos era de hecho una forma de humor a través de la que se comunicaban mutuamente sutiles vibraciones. Imposible descifrarles. Tenían su propio lenguaje y con la mirada se lo decían todo.
Y es ese momento que recordarás TODA tu vida como si hubiera sido ayer cada vez que te vuelves a juntar con esa gente! te lo digo por experiencia!! jejeje
ResponderEliminarVine a visitarte, te vi en la bienvenida de Ester!
=)))
Liliana, tienes mucha razón!! Un beso jeje :)
ResponderEliminarx.o.x.o
Silvialicious